Esquí para invidentes ¿te atreves?
2018-12-19 | Por Orcam Staff
Con las primeras nieves que están cayendo seguro que más de uno está desempolvando los esquís y buscando fecha en el calendario para estrenar temporada. Las personas ciegas o con discapacidad visual no solo practican este deporte, sino que sus sensaciones son completamente diferentes ayudando al desarrollo de su psicomotricidad, la percepción y la orientación espacial, además de sentirse totalmente integrados ya que todas las personas (discapacitadas o no) lo practican en el mismo lugar.
El esquí para ciegos nonecesita ningún tipo de adaptación especial ni en el equipo ni en las pistas,su única necesidad es un guía que facilite al esquiador toda la informaciónpara saber cómo debe moverse en cada momento. Éste elegirá la línea dedescenso, indicará lo que debe hacer el esquiador y le cantará las condiciones de la pista ocualquier cambio que surja.
Existen dos formas diferentes de guiar al invidente: detrás o delante del esquiador. La más común y la que podemos ver en las pistas de cualquier estación es con el guía por delante, donde el esquiador se guiará por sus palabras. Confianza, es la palabra clave en el esquí de personas ciegas, ya que el esquiador debe confiar plenamente en su guía y éste deberá conocer las capacidades de la persona a la que guía. La compenetración perfecta entre ambos es un trabajo que no se consigue en dos días, por eso mismo ambos suelen esquiar juntos durante varias temporadas.
Por motivos de seguridad, se recomienda a los esquiadores invidentes que lleven unos petos amarillos identificativos con el anagrama ONCE para así evitar que el resto de esquiadores pasen por medio de los dos, provocando la pérdida de contacto entre ambos. Aunque la figura del guía es indispensable, gracias a OrCam My Eye 2, el dispositivo portátil que permite leer textos impresos o digitalizados e identificar colores, entre otras muchas funciones, sus usuarios podrán leer en qué telesilla o arrastre se encuentran y decidir (bajo supervisión del guía) si quieren bajar por una pista verde, azul, roja o negra.
El esquí de competición enpersonas con deficiencias visuales nació en los años 60 y se desarrollórápidamente llegando a practicarse actualmente en todo el mundo. En los JuegosParalímpicos de Invierno de Noruega 1980, se celebró por primera vez lacompetición para invidentes en la modalidad de esquí nórdico. Cuatro años mástarde, en Innsbruck 1984, tuvieron la ocasión de competir por primera vez y demanera oficial en esquí alpino. Hasta entonces se consideraba una categoríapeligrosa para personas con discapacidad visual. (
Como en cualquier otra competición existen diferentes categorías en función al grado de discapacidad, todas ellas comienzan por la letra “B”, inicial de la palabra blind, ciego en inglés.
B1: desde personas que no perciben la luz con ningún ojo, hasta aquellas que perciben la luz pero reconocen la forma de una mano a cualquier distancia o en cualquier posición.
B2: desde personas que pueden reconocer la forma de una mano, hasta aquellas que tengan una agudeza visual de 2/60 y/o un campo de visión de un ángulo menor de 5 grados.
B3: desde personas que tengan una agudeza visual de más de 2/60 hasta aquellas con una agudeza visual de 6/60 y/o un campo de visión de un ángulo mayor de 5 grados y menor de 20grados.
El esquí nos permite estar en contacto directo con la naturaleza, sentir la velocidad y el desplazamiento del cuerpo sin necesidad de intermediarios ni ayudas externas. Un mundo de sensaciones que permite disfrutar de la vida al máximo.